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La Comisión Europea presentó ayer, 30 de junio, una visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE, en la que se indican los retos y problemas a los que se enfrentan y se hace hincapié en algunas de las oportunidades más prometedoras de que disponen estas regiones. Sobre la base de previsiones y amplias consultas con los ciudadanos y otros interlocutores de las zonas rurales, la visión presentada hoy propone un Pacto Rural y un Plan de Acción Rural, con el objetivo de hacer que nuestras zonas rurales sean más fuertes, resilientes y prósperas, y estén conectadas.

Para afrontar con éxito los grandes retos y tendencias consecuencia de la mundialización, la urbanización y el envejecimiento, y aprovechar las ventajas de las transiciones ecológica y digital, se necesitan políticas y medidas adaptadas localmente que tengan en cuenta la diversidad de los territorios de la UE, sus necesidades específicas y sus puntos fuertes relativos.

En las zonas rurales de toda la UE, la población es, por término medio, de mayor edad que en las zonas urbanas, y empezará lentamente a disminuir en la próxima década. Esto, sumado a la falta de conectividad, el subdesarrollo de las infraestructuras, la falta de oportunidades de empleo y el acceso limitado a los servicios, hace que las zonas rurales resulten menos atractivas para vivir y trabajar. Al mismo tiempo, estas zonas desempeñan también un papel activo en las transiciones ecológica y digital de la UE. Alcanzar los objetivos de las ambiciones digitales de la UE para 2030 puede brindar más oportunidades para el desarrollo sostenible de las zonas rurales más allá de la agricultura, la ganadería y la silvicultura, al crear nuevas perspectivas para el crecimiento de la industria manufacturera y, especialmente, de los servicios, y al contribuir a un mejor reparto geográfico de los servicios y las industrias.

Esta visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE tiene por objeto abordar esos retos y problemas, basándose en las nuevas oportunidades brindadas por las transiciones ecológica y digital de la UE y en las enseñanzas extraídas de la pandemia de COVID-19, y determinando los medios para mejorar la calidad de vida rural, alcanzar un desarrollo territorial equilibrado y estimular el crecimiento económico.

Pacto Rural

Interlocutores locales, regionales, nacionales y de la UE participarán en un nuevo Pacto Rural en apoyo de los objetivos comunes de la visión, fomentar la cohesión económica, social y territorial, y responder a las aspiraciones comunes de las comunidades rurales. La Comisión facilitará este marco a través de las redes existentes y fomentará el intercambio de ideas y mejores prácticas a todos los niveles.

Plan de Acción Rural de la UE

La Comisión también ha presentado hoy un plan de acción para impulsar un desarrollo rural sostenible, cohesionado e integrado. Varias políticas de la UE prestan apoyo a las zonas rurales, contribuyendo a su desarrollo equilibrado, justo, ecológico e innovador. Entre ellas, la política agrícola común (PAC) y la política de cohesión serán fundamentales para sostener y aplicar este Plan de Acción. Con la ayuda de otras políticas de la UE en otros ámbitos, harán realidad esta visión.

La visión y el plan de acción definen cuatro ámbitos de acción, apoyados por iniciativas emblemáticas, a fin de facilitar que las zonas rurales sean o estén:

  • Más fuertes: se dará prioridad a capacitar a las comunidades rurales, mejorar su acceso a los servicios y facilitar la innovación social;
  • Conectadas: se mejorará la conectividad tanto en términos de transporte como de acceso digital;
  • Resilientes: se preservarán los recursos naturales y se ecologizarán las actividades agrícolas para luchar contra el cambio climático, sin olvidar la resiliencia social, para lo cual se ofrecerán cursos de formación y diversas oportunidades de empleo de calidad;
  • Prósperas: se diversificarán las actividades económicas y se mejorará el valor añadido de la agricultura, las actividades agroalimentarias y el agroturismo.

La Comisión apoyará y supervisará la ejecución del Plan de Acción Rural de la UE y lo actualizará periódicamente para velar por que siga siendo pertinente. También seguirá colaborando con los Estados miembros y los interlocutores rurales para mantener un diálogo sobre cuestiones rurales. Además, se pondrá en marcha un proceso de «comprobación del efecto local» mediante el cual las políticas de la UE se examinarán desde una perspectiva rural. Se tratará de determinar y tener mejor en cuenta el posible efecto e incidencia de una iniciativa política de la Comisión sobre el empleo, el crecimiento y el desarrollo sostenible rurales.

Por último, se creará un observatorio rural dentro de la Comisión para seguir mejorando la recogida y el análisis de información acerca de las zonas rurales. Así se conseguirá documentación para fundamentar la formulación de políticas en materia de desarrollo rural y sostener la ejecución del Plan de Acción Rural.

Siguientes etapas

El anuncio de hoy de la visión a largo plazo para las zonas rurales constituye el primer paso hacia unas zonas rurales más fuertes, mejor conectadas, resilientes y prósperas de aquí a 2040. El Pacto Rural y el Plan de Acción Rural de la UE serán los componentes clave para alcanzar esos objetivos.

De aquí a finales de 2021, la Comisión se coordinará con el Comité de las Regiones para estudiar las vías hacia los objetivos de la visión. A mediados de 2023, la Comisión hará balance de las medidas financiadas por la UE y los Estados miembros que se hayan llevado a cabo y programado para las zonas rurales. Un informe público, que se publicará a principios de 2024, determinará los ámbitos en los que es necesario mejorar el apoyo y las finanzas, así como el camino a seguir, sobre la base del Plan de Acción Rural de la UE. Los debates en torno al informe contribuirán a la reflexión sobre la preparación de las propuestas para el período de programación 2028-2034.

Contexto

La necesidad de formular una visión a largo plazo para las zonas rurales quedó subrayada en las orientaciones políticas de la presidenta Von der Leyen y en las cartas de mandato dirigidas a la vicepresidenta Šuica, al comisario Wojciechowski y a la comisaria Ferreira.

El artículo 174 del TFUE reclama a la UE que preste especial atención a las zonas rurales, entre otras cosas, a la hora de fomentar su desarrollo armonioso, reforzar su cohesión económica, social y territorial, y reducir las disparidades entre las distintas regiones.

En abril de 2021 se llevó a cabo una encuesta Eurobarómetro por la que se evaluaron las prioridades de la visión a largo plazo para las zonas rurales. La encuesta puso de manifiesto que el 79 % de los ciudadanos de la UE creía que la UE debía tener en cuenta las zonas rurales en las decisiones de gasto público; el 65 % de los ciudadanos de la UE consideró que la zona local o la provincia debería poder decidir la manera en que se gasta la inversión rural de la UE; y el 44 % mencionó la infraestructura y las conexiones de transporte como necesidades fundamentales de las zonas rurales.

La Comisión llevó a cabo una consulta pública sobre la visión a largo plazo para las zonas rurales del 7 de septiembre al 30 de noviembre de 2020. Más del 50 % de los encuestados declaró que la infraestructura era la necesidad más acuciante de las zonas rurales. El 43 % de los encuestados también mencionó el acceso a servicios y equipamientos básicos (por ejemplo, el agua y la electricidad, bancos y oficinas de correos) como una necesidad urgente durante los veinte próximos años, y creía que el atractivo de las zonas rurales dependerá en gran medida de la disponibilidad de conectividad digital (el 93 %), de servicios básicos y servicios electrónicos (el 94 %) y de la mejora del comportamiento medioambiental y climático de la agricultura (el 92 %).

Intervenciones de miembros del Colegio de Comisarios

La vicepresidenta responsable de Democracia y Demografía, Dubravka Šuica, ha declarado: «Las zonas rurales albergan a casi el 30 % de la población de la UE y nuestro deseo es mejorar significativamente su calidad de vida. Hemos escuchado sus preocupaciones y, en colaboración con ellos, hemos formulado esta visión basándonos en las nuevas oportunidades brindadas por las transiciones ecológica y digital de la UE y en las enseñanzas extraídas de la pandemia de COVID-19. Mediante esta Comunicación queremos dar un nuevo impulso a las zonas rurales como lugares atractivos y dinámicos, preservando al mismo tiempo su carácter esencial. Queremos dar a las zonas y comunidades rurales una voz más fuerte en la construcción del futuro de Europa».

Janusz Wojciechowski, comisario de Agricultura, ha declarado: «Las zonas rurales son cruciales para la UE en la actualidad, ya que producen nuestros alimentos, preservan nuestro patrimonio y protegen nuestros paisajes. Tienen un papel clave que desempeñar en la transición ecológica y digital. Sin embargo, hemos de aportar las herramientas adecuadas para que estas comunidades rurales aprovechen plenamente las oportunidades que se les presenten y hagan frente a sus retos actuales. La visión a largo plazo para las zonas rurales es un primer paso hacia la transformación de esas zonas en la UE. La nueva PAC contribuirá a la visión fomentando un sector agrícola inteligente, resiliente y diversificado, reforzando la protección del medio ambiente y la acción por el clima, y consolidando el tejido socioeconómico de las zonas rurales. Nos cercioraremos de que el Plan de Acción Rural de la UE facilite un desarrollo sostenible de nuestras zonas rurales».

Elisa Ferreira, comisaria de Cohesión y Reformas, ha declarado lo siguiente: «Aunque todos nos enfrentamos a los mismos retos, nuestros territorios tienen diferentes recursos, puntos fuertes y capacidades para hacerles frente. Nuestras políticas deben adaptarse a las diversas características de nuestras regiones. La Unión democrática y cohesionada que queremos debe construirse más cerca de nuestros ciudadanos y territorios, con diferentes niveles de gobernanza. La visión a largo plazo para las zonas rurales reclama soluciones pensadas para sus necesidades y activos específicos, con la participación de las autoridades locales y regionales y de las comunidades locales. Las zonas rurales deben ser capaces de prestar servicios básicos a su población y de aprovechar sus puntos fuertes para convertirse en motores del desarrollo económico. Todos estos objetivos constituyen el núcleo mismo de la nueva política de cohesión para 2021-2027».

Fuente: Red Española de Desarrollo Rural (REDR)