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  • El riesgo de pobreza o exclusión social baja un punto en Castilla y León pero afecta al 22,1%, más de 523.000 personas. En torno 27.000 salen de la zona de peligro pero cuatro de cada diez ciudadanos no llegan a fin de mes
  • Para acceder al Informe completo: https://www.eapn.es/estadodepobreza/descargas.php

La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Castilla y León (EAPN CyL), de la que forma el Colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos como entidad colaboradora, presentó el pasado 17 de octubre en el Consejo Económico y Social de Castilla y León, su XIII Informe «El Estado de la Pobreza y la Exclusión Social en Castilla y León».

Si hubiera que hacer un perfil de la pobreza y atendiendo a los indicadores, estaríamos hablando de una mujer joven con menores a cargo y del ámbito rural ha señalado durante la presentación Óscar Castro, presidente de EAPN Castilla y León, también ha destacado que 80.000 personas son las que tendría que haber salido del riesgo de pobreza y/o exclusión social, para así poder cumplir con los Objetivos de la Agenda 2030. Por lo tanto, aunque Castilla y León, presente buenos resultados es necesario seguir trabajando para cumplir con este objetivo.

27.000 personas menos que el año pasado, están en riesgo de pobreza y/o exclusión social en Castilla y León, lo que supone un 22,1% de la población en nuestra comunidad. Aunque Castilla y León sigue manteniendo mejores condiciones en relación con el resto del territorio español (es la 9º CC AA con menor tasa), la disminución ha sido menor que la que se ha dado a nivel nacional pasando de un 27,8% a un 26%.

Actualmente, en Castilla y León hay 421.000 personas pobres (17,8%), de las cuales 170.830 personas están en situación de pobreza severa, lo que supone que una persona que viva sola tiene que sobrevivir con menos de 530 € al mes.  Mientras que la tasa de pobreza ha descendido levemente (17,9% en el anterior periodo), la tasa de pobreza severa ha aumentado, pasando del 6,8% al 7,2% En Castilla y León, el 34,7% de la población pobre tiene gastos de vivienda superiores al 40% de sus ingresos y el 33,5% de las pensiones están por debajo del umbral de la pobreza.

La tasa de privación material y social severa en Castilla y León alcanza al 5% de la población, es decir un total de 117.000 personas. Lo que supone la incapacidad de consumir 9 de los 13 factores seleccionados [1]. En este sentido, el informe refleja que 27,2% de la población no tiene capacidad de hacer frente a gastos imprevistos o que el 9,8% no puede mantener la vivienda con una temperatura adecuada.

El 20% de la población con mejores ingresos de Castilla y León recibe una renta 4,9 veces superior a la del 20% más pobre. En un mundo sin la acción correctora de la pobreza de las administraciones del estado, la tasa de pobreza en Castilla y León pasaría del 17,8% al 43,8%.

España y Castilla y León, tienen un camino largo para alcanzar las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Agenda 2030 y el Pilar Europeo de Derechos Sociales, por lo que consideramos imprescindible realizar un esfuerzo suplementario para cumplir los objetivos, más aún en un contexto de crisis como el actual.

Medidas como el Ingreso Mínimo Vital, el incremento del salario mínimo y otras de carácter autonómico como la Renta Garantizada de Ciudadanía, ayudan a paliar las consecuencias de la COVID-19, la guerra en Ucrania o la inflación, no obstante, siendo necesarias no son suficientes.  Por lo tanto, en el contexto actual, donde no solo se requiere una recuperación social, sino también una transformación en la forma en que entendemos la atención y la acción social es fundamental que el Tercer Sector sea reconocido como un aliado estratégico. No solo desempeñamos un papel crucial en la intervención directa y la prestación de servicios, sino que también podemos enriquecer el diseño de políticas sociales con nuestro conocimiento y experiencia.

Algunas de las medidas, que desde EAPN CYL entendemos que se pueden llevar a cabo para acabar con la pobreza y la exclusión social son: desarrollo de servicios sociales más accesibles y con mayores recursos; complementariedad entre el Ingreso Mínimo Vital y la Renta Garantizada de Ciudadanía, ofreciendo a las personas que las perciben el apoyo necesario para la realización de Proyectos Individualizados de Inserción; promoción de políticas activas de empleo que aseguren la igualdad de oportunidades en el acceso; medidas para superar la brecha digital; acceso efectivo y equitativo a la atención médica, especialmente en áreas rurales; políticas de vivienda que aseguren la vivienda para todas las personas o fomentar la participación presencial y digital de las personas en situación de exclusión en la toma de decisiones. Todas estas medidas requieren una política fiscal equitativa, justa y solidaria

Las cifras de la pobreza no son un fracaso individual de la persona, sino que son un fracaso de la sociedad y de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho. Por lo que las entidades que conforman la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social en Castilla y León, hacemos un llamamiento a las administraciones en particular y a la sociedad en general, a seguir reforzando las políticas sociales, con el fin evitar la pobreza y la exclusión, garantizando una sociedad donde todas las personas tengan las mismas oportunidades de desarrollo.

[1] Los factores que componen el indicador Privación Material y Social Severa son:

  • Retrasos en pago de gastos de vivienda principal o compras a plazos en los últimos 12 meses.
  • No poder mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
  • No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año.
  • No puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días.
  • No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos.
  • No puede permitirse disponer de un automóvil.
  • No puede sustituir los muebles estropeados o viejos.
  • No puede sustituir las ropas estropeadas por otras nuevas.
  • No puede permitirse dos pares de zapatos.
  • No puede reunirse con amigos y/o familiares para comer o tomar algo al menos una vez al mes.
  • No puede participar regularmente en actividades de ocio (deporte, cine, teatro…)
  • No puede gastar una pequeña cantidad de dinero en si mismo a la semana.
  • No puede permitirse una conexión web (móvil o fija) para un personal en el hogar.

Fuente: EAPN Castilla y León