El Banco de España ha alertado de que la concentración de la población en España es muy elevada identificando 3.403 municipios, es decir el 42 % del total del país, en riesgo de despoblación; una tasa que se sitúa muy por encima de la registrada en el conjunto de países de la eurozona.
En su informe anual. publicado ayer, jueves 13 de mayo, la entidad hace por primera vez un análisis de la distribución espacial de la población y sus implicaciones económicas para concluir que España presenta un porcentaje «anormalmente elevado» de territorio deshabitado.
Tal como se menciona anteriormente, la incidencia de municipios en riesgo de despoblación en España se sitúa muy por encima de la mayoría de los países de la Unión Europea. Atendiendo a los criterios de pérdida de población y densidad reducida, se identifican 3.403 municipios en riesgo de despoblación que representan el 42% de los municipios de España, en los que reside el 2,3% de la población, es decir, aproximadamente un millón de habitantes.
Si bien la escasa disponibilidad de datos dificulta la comparación internacional, la evidencia disponible sugiere que estos porcentajes son superiores a los del resto de la eurozona, con un porcentaje de municipios en riesgo de despoblación del 10% en su conjunto. En particular, el 42% de los municipios que corren este riesgo en España contrasta con el de otros países de nuestro entorno (como Alemania, Francia e Italia), donde los municipios en esa situación suponen tan solo el 1%, el 7% y el 4%, respectivamente.
Sin embargo, la incidencia de los municipios en riesgo de despoblación en España está en línea con la de países ubicados en latitudes más septentrionales (como Estonia, Finlandia y Letonia, con porcentajes en el en torno al 50%). Una característica común a estos países y a España es el elevado porcentaje de territorio deshabitado. Esta circunstancia podría explicar las dificultades para atraer y retener población en los municipios rurales más pequeños, al estar rodeados de grandes extensiones de territorio vacío que redundan en un mayor aislamiento. La realidad de las áreas rurales en riesgo de despoblación en España presenta idiosincrasias propias respecto al resto de las zonas rurales y a los núcleos urbanos.
Los municipios rurales y los urbanos presentan una serie de diferencias significativas en aspectos como la orografía, la demografía y/o la situación socioeconómica.
En términos demográficos, los municipios rurales son más pequeños que los urbanos (1.258 habitantes frente a 47.974), están más envejecidos (con una tasa de dependencia —definida como la ratio entre la población de más de 64 años y la población de entre 16 y 64 años— de 0,53 frente a 0,23) y cuentan con una menor proporción de población femenina (un 44%, frente a un 49%) y extranjera (un 7,7%, frente a un 13,5%). Asimismo, se consideran municipios más remotos porque presentan unas condiciones geográficas más adversas en términos de mayor altitud con respecto al nivel del mar (714 metros frente a 324 metros), más distancia a la capital de provincia (45 km, frente a 32 km) y mayor distancia a la costa (133 km, frente a 65 km). En cuanto a los aspectos socioeconómicos, cabe destacar el mayor peso de la agricultura en el empleo, así como la menor presión fiscal y la menor incidencia de lo que la literatura sobre ciencia política ha denominado «voto del descontento», que, a diferencia de otros países, en España parece ser un fenómeno eminentemente urbano.
Por tanto, las provincias con mayor incidencia de municipios en riesgo de despoblación son aquellas en las que la capital de provincia tiene un menor tamaño, mientras que los municipios rurales cercanos a núcleos urbanos más grandes muestran una mayor dinamismo.
Residir en ciudades de mayor tamaño se asocia a mayores niveles de salarios y oportunidades profesionales, así como a una mayor oferta de servicios tanto públicos como privados.
Sin embargo, también implica desventajas como unos precios de la vivienda más elevados, mayores niveles de exposición a la contaminación y tiempos de desplazamiento más largos.
El Banco de España dice que se podrían considerar políticas que garanticen un cierto nivel de servicios disponibles para los habitantes de los municipios rurales, así como políticas que ayuden a revertir la despoblación de aquellos municipios con potencial de crecimiento.
El estudio viene a revelar lo que muchos colectivos que representan la España Vaciada vienen denunciando desde hace tiempo, que el problema de la despoblación no es una queja, sino una realidad que va a más cada año.
- Se puede acceder aquí al contenido completo del INFORME ANUAL DEL AÑO 2020 DEL BANCO DE ESPAÑA.
- El INFORME ANUAL EN BREVE también se puede consultar aquí.
- En el Capítulo IV, la distribución espacial de la población en España y sus implicaciones económicas, se pueden ampliar los datos y la información que se ofrece en esta noticia. Se puede acceder al mismo aquí.