- Descarga aquí la comunicación de la CE sobre las ‘Recomendaciones a los Estados miembros en lo que respecta a sus planes estratégicos para la política agrícola común’.
- Entre sus recomendaciones, la Comisión afirma que la planificación estratégica de la PAC debe garantizar la coherencia y la complementariedad con otros fondos de la UE.
- La CE apuesta por reforzar más los instrumentos territoriales (como el desarrollo local participativo) y la cooperación transfronteriza.
La Comisión Europea ha analizado la situación de los distintos Estados miembros en relación con los nueve objetivos específicos de la futura PAC y el objetivo transversal sobre el conocimiento, la innovación y la digitalización. Dicho análisis también incluye la evaluación de la situación de cada Estado miembro a la luz de su contribución a cada uno de los objetivos del Pacto Verde Europeo y de sus ambiciones. Sobre la base de este análisis, la Comisión ha elaborado recomendaciones para los veintisiete Estados miembros. La finalidad de las recomendaciones es mostrar el camino que han de seguir los Planes Estratégicos de la PAC en la aplicación de los objetivos específicos de la PAC para contribuir entre todos al logro de los objetivos del Pacto Verde. Destacamos aquí las más relevantes en materia de desarrollo rural.
Entre sus recomendaciones, la Comisión afirma que:
- La planificación estratégica de la PAC debe garantizar la coherencia y la complementariedad con otros fondos de la UE.
- La CE apuesta por reforzar más los instrumentos territoriales (como el desarrollo local participativo) y la cooperación transfronteriza.
- Fortalecer el tejido socioeconómico de las zonas rurales y abordar las preocupaciones de la sociedad
Entre sus recomendaciones, la Comisión afirma que la planificación estratégica de la PAC debe garantizar la coherencia y la complementariedad con otros fondos de la UE (en particular con los de la política de cohesión) para evitar la doble financiación y mejorar la eficiencia global de las inversiones. Todos los fondos de la UE han de funcionar en total sinergia y contribuir a los objetivos fijados por el Pacto Verde Europeo. Deben reforzarse más los instrumentos territoriales (como el desarrollo local participativo) y la cooperación transfronteriza.
A fin de aumentar los conocimientos, la experiencia y las opiniones disponibles a la hora de diseñar y aplicar la futura PAC, también es importante que los nuevos Planes Estratégicos de la PAC se preparen con arreglo al principio de asociación. Tal como está 20 Véase la nota a pie de página n º 19. 21 previsto en el artículo 94 de la propuesta de Reglamento sobre los Planes Estratégicos de la PAC, es necesario que los Estados miembros elaboren los planes estratégicos de la PAC basándose en procedimientos transparentes y contando con las partes interesadas. La participación de todos los organismos públicos pertinentes (incluidas las autoridades competentes regionales y locales), los interlocutores económicos y sociales, así como los organismos pertinentes que representen a la sociedad civil, ha de tener lugar en todas las fases preparatorias de los futuros Planes Estratégicos de la PAC.
Fortalecer el tejido socioeconómico de las zonas rurales y abordar las preocupaciones de la sociedad
Emprender con éxito la transición descrita en la Estrategia «De la Granja a la Mesa» requerirá esfuerzos concertados y la participación de los agentes de todos los territorios de la UE. Las zonas rurales ofrecen un potencial particular a este respecto, ya que son el hogar o el lugar de actividad de agricultores, silvicultores, empresarios y consumidores, y concentran gran parte de los recursos naturales y ecosistemas de Europa. Liberar este potencial significa poner en marcha un ciclo virtuoso en el que las nuevas oportunidades económicas se traduzcan en dinámicas positivas, como la reducción de la pobreza y el desempleo y un mejor acceso a los servicios en todos los sectores de la sociedad rural.
Se trata de generar perspectivas, también para las zonas y los grupos sociales más vulnerables, de modo que los ciudadanos se beneficien de unas zonas rurales atractivas y, acorde con la Estrategia «De la Granja a la Mesa», de una transición justa. Las zonas rurales albergan muchas oportunidades, pero, en muchas partes de la Unión, se caracterizan por debilidades estructurales o por un potencial infrautilizado. Aunque las realidades difieren entre los Estados miembros y también dentro de ellos, algunos retos 14son recurrentes. En muchos Estados miembros, las zonas rurales van a la zaga en cuanto a renta per cápita, acceso a infraestructuras y servicios básicos, y un estudio adecuado del potencial de la bioeconomía. El riesgo de pobreza y exclusión social, así como las situaciones de empleo y desempleo desfavorables, que afectan especialmente a mujeres, jóvenes y otros grupos vulnerables, son también una característica recurrente de las zonas rurales de la Unión. Por esa razón, las zonas rurales de muchos Estados miembros se ven sometidas a dinámicas de despoblación o envejecimiento, lo que requiere soluciones eficaces para atraer a los jóvenes, también al sector agrícola.
Hacer frente al conjunto de desafíos estructurales e inducir dinámicas favorables en todas las zonas rurales exigirá la movilización de una combinación de recursos e iniciativas públicos y privados, recurriendo a la PAC al igual que a otras políticas y fondos europeos, dentro de un entorno jurídico favorable. Revestirán una especial importancia las inversiones específicas e integradas en capital tanto físico como humano, entre otras cosas para mejorar el entorno empresarial, fomentar la economía circular y la bioeconomía, y conservar y desarrollar la infraestructura y los servicios necesarios para una economía diversificada. Es preciso prestar una atención especial a aquellos territorios y partes interesadas que más lo necesitan. En consonancia con la Estrategia para la Igualdad de Género recientemente adoptada, se recomienda a todos los Estados miembros que garanticen que sus Planes Estratégicos de la PAC incluyan medidas específicas para atender las necesidades específicas de las mujeres en el sector de la agricultura y en las zonas rurales y para garantizar que la igualdad de género en el sector agrícola se vea reforzada. Es necesario prestar especial atención a la provisión de servicios de atención a la infancia de calidad en las zonas rurales y a la supresión de las brechas de género, en particular en el empleo.